Todos los días, aunque los ciudadanos no lo sepamos, se toman decisiones y se liberan tensiones que podrían marcar el destino y la estabilidad planetaria.
La paz en el mundo se encuentra constantemente amenazada por diversos factores diplomáticos, comerciales o incluso por juegos de poder para ejercer supremacía. Este no es un análisis pro-ruso y tampoco pro-occidental, es uno basado en datos, hechos y proyecciones económicas, militares y geopolíticas de Rusia y Estados Unidos.
A pesar de ser países aliados en muchas misiones en el extranjero como en Siria, aunque en diferentes condiciones de legitimidad y cooperación. A pesar de ser un territorio en el que trabajan en conjunto contra el Estado Islámico, como lo expresa el mismo Presidente ruso Vladimir Putin en el tercer capítulo de una serie de entrevistas realizadas por el director de cine Oliver Stone en 2017, también son fuertes enemigos en temas geopolíticos, grandes contradictores en temas comerciales, mediáticos, militares y por qué no, espaciales también.
Son socios y enemigos de acuerdo a sus intereses nacionales, es por esto que para muchos casos en los que uno representa una amenaza para el otro, se crean tratados que terminan funcionando como pactos de no agresión entre ellos. Sin embargo, el cumplimiento a cabalidad de estos y la permanencia son temas que han causado fuertes enfrentamientos y desacuerdos diplomáticos para ambas naciones. Por ejemplo, el tratado de Misiles Antibalísticos entre Estados Unidos y la Unión Soviética firmado en 1972 por el entonces Presidente Richard Nixon y Leonid Brézhnev, secretario general del Comité Central del Partido Comunista, tenía como fin limitar el número de sistemas de misiles antibalísticos usados como defensa contra misiles con componentes nucleares, se consideraba el concepto básico del sistema de seguridad internacional. Sin embargo, en el año 2002 el Presidente George W. Bush anunció el retiro de su país del acuerdo porque como lo afirmó públicamente “He llegado a la conclusión de que el Tratado de Misiles Antibalísticos dificulta a nuestro gobierno el desarrollo de protección de nuestros ciudadanos contra futuros terroristas o ataques de misiles sorpresa.” Argumentos que en gran medida carecen de sentido pues ningún grupo terrorista tiene en su poder un tipo de arsenal que amerite un sistema de misiles antibalísticos.
Pero cada acción por parte de una de las potencias tiene la respuesta compensatoria por parte de la otra, como afirma el Presidente Putin en el segundo capítulo de las entrevistas mencionadas anteriormente “Para preservar la estabilidad y seguridad internacional concretamente en la estrategia de balance de poder, deberíamos estar obligados a desarrollar nuestras capacidades ofensivas”, es en este punto en el que la carrera armamentística se hace inminente y la comunidad internacional debe ser consciente de la importancia de estos acuerdos.
Otro acuerdo que tiene en vilo a la comunidad internacional en este momento es el tratado INF firmado en 1987 por Estados Unidos y la Unión Soviética en el cual se comprometían a eliminar por completo los misiles de medio y corto alcance. Sin embargo en los últimos meses ambas naciones se han acusado de violar este tratado y el gobierno norteamericano en cabeza del presidente Trump ha afirmado que se retirará del acuerdo porque asegura que “Rusia violó el tratado, lo ha estado violando por años, no sé por qué el presidente Obama no negoció ni salió de él, no les permitiremos bloquear un acuerdo nuclear y luego ir produciendo armas que están prohibidas para nosotros. Fuimos nosotros los que se mantuvieron en el acuerdo y lo respetamos, pero Rusia infortunadamente no lo hizo, así que vamos a terminar el acuerdo.” El gobierno ruso ha alegado falta de pruebas y el Presidente Putin declaró en una rueda de prensa que “es una campaña propagandística para que Estados Unidos pueda salir de este tratado también” como lo hicieron con el tratado de misiles antibalísticos agregando que los norteamericanos pusieron en Rumanía Sistemas de combate Aegis que pueden ser cambiados fácilmente por misiles de alcance medio y agregó que “si las cosas siguen así no va a salir nada bueno.”
El rompimiento de estos acuerdos da vía libre a una carrera armamentística inminente y con el desarrollo tecnológico actual puede llegar a ser una sin precedentes. Estos tratados le daban sustento a la seguridad internacional. Tema que se trata en la entrevista de Megyn Kelly (NBC) a Putin.
La tensión armamentística internacional aumenta con la intensión de Estados Unidos de desplegar 20 misiles interceptores en Alaska exactamente en la base Fort Greely solo a 1.000 kilómetros del territorio ruso, justo en el momento en el que el gobierno estadounidense decidió salir del tratado INF. El experto militar ruso Dmitri Drozdenko en una entrevista con Sputnik afirmó que “pronto en Alaska podrían aparecer misiles de medio alcance posiblemente equipados con ojivas atómicas.”
Frente a la que puede ser considerada como una amenaza, el experto señala que Rusia podría responder a esta agresión con el misil hipersónico Avangard y el proyectil balístico Sarmat, lo cuales “pueden seguir una trayectoria inusual, lo que compensa el peligro que proviene de la instalación de misiles en Alaska.” Además, resaltó que cuentan con el submarino no tripulado nuclear ruso Status 6 Poseidón. “Es obvio que la carrera armamentística llegará al espacio, teniendo en cuenta las posibilidades de las que goza EEUU. El país norteamericano ya empezó a retirarse paulatinamente de los acuerdos que había firmado en el pasado" refiriéndose Drozdenko a una verdadera “Guerra de las Galaxias” la nueva estrategia de defensa antimisiles de Trump, misiles en el espacio.
El equilibro de poder entre Rusia y Estados Unidos es lo que mantiene la estabilidad en el planeta, pero las condiciones para ambas naciones partiendo desde la asignación del presupuesto de defensa no es paritaria, es por esto que la Federación de Rusia busca el mayor balance a través de acuerdos. El país norteamericano en el proyecto para el año fiscal 2019 aprobado en la Cámara de Representantes, aumentó históricamente el presupuesto de defensa a 716 mil millones de dólares; siendo el país que más invierte en esta área. El Presidente Trump, en la firma de este proyecto en Nueva York declaró que "Reemplazaremos los viejos tanques, los viejos aviones y naves, con la tecnología más avanzada y letal jamás desarrollada. Y con suerte, seremos tan fuertes que nunca tendremos que utilizarla. Pero si alguna vez lo hiciéramos, nadie tendría ni una oportunidad" cita un artículo publicado por TVE. Se espera que con tan elevado presupuesto haya un aumento salarial del 2,6% a las fuerzas armadas y se contraten 4.000 nuevos soldados. Además del fortalecimiento de su arsenal militar con la compra de 77 aviones caza f-35 por 7.600 millones de dólares y helicópteros Black Hawk UH-60M por 85 millones de dólares a la multinacional estadounidense Lockheed Martin. En este nuevo proyecto se incluyen presupuestos para asuntos exteriores y de importancia geoestratégica para Estados Unidos y Rusia. Por ejemplo se asignarán 250 millones de dólares solicitados por el gobierno norteamericano para material defensivo destinado a Ucrania por la disputa en Crimea.
Los avances de Rusia y China en la creación de armas supersónicas de ataque inmediato ha generado preocupación a la potencia norteamericana, es por esto que tienen un rubro de 150 millones de dólares destinados a esfuerzos para que antes del 2022 hayan desarrollado la capacidad para producir un ataque convencional.
Otro asunto sensible para ambos países es la asignación de 6.300 millones de dólares para aumentar la presencia de tropas estadounidenses en europa, continente en el que tiene bases militares en 40 países para disuadir lo que ellos llaman la “agresión rusa” según un artículo de Sputnik, sin mencionar que cuentan con innumerables bases en otros 108 países para un total de 716 en todo el mundo. Pero la actitud anti-rusa no proviene únicamente de Estados Unidos, esta se ha extendido a los demás países que componen la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) pues también ha proliferado sus bases en Europa del este en países como Polonia, Rumanía, Lituania, Estonia y Letonia y ha realizado maniobras militares allí, representando sin duda una amenaza directa para el país euroasiático. Además de la presencia de las tropas de la OTAN en dichos países, la asignación de su presupuesto por presión de los Estados Unidos también es motivo de preocupación para las potencias que no hacen parte de esta organización internacional ya que, en varias ocasiones Trump ha declarado a través de su cuenta oficial de Twitter:
“¿Qué tiene de bueno la OTAN si Alemania está pagando miles de millones de dólares a Rusia por el gas y la energía? ¿Por qué solo 5 de 29 países han cumplido sus compromisos? Estados Unidos está pagando la protección a Europa y luego pierde miles de millones en comercio. Deben pagar el 2 % del PIB inmediatamente, no en 2025."
No contento con que para los países es un gran esfuerzo alcanzar dicho porcentaje, el mandatario norteamericano ha insistido que el objetivo debería ser un 4% como lo afirma Jesús Torquemada en su noticia para eitb.eus sobre la reunión de la OTAN en Bruselas. Será un gasto e inversión militar que se espera vaya dirigida a los grandes conglomerados armamentísticos en su mayoría estadounidenses, los que según un artículo de la BBC - Cuáles son las 5 mayores empresas militares del mundo y qué armamento producen - de las cinco compañías más grandes del mundo cuatro son de Estados Unidos, facturando al año un total de 125.325 millones de dólares.
En el artículo anteriormente mencionado citan a George Ferguson analista senior de Bloomberg Intelligence enfatizando el apoyo del presidente Trump hacia la industria armamentística a través del proyecto del aumento del presupuesto de defensa "Pienso que el incremento en el gasto de defensa encontrará la manera de avanzar en el Congreso estadounidense y es probable que estemos hablando de un alza considerando los próximos tres años. Esto es un escenario positivo para las compañías de defensa.”
Sin embargo al otro lado del mundo, Rusia invierte en el departamento de defensa un presupuesto de 43.400 millones de dólares y las proyecciones indican que dicho monto disminuirá a 40.000 millones en los años 2020 y 2021, muestra de esto es que en 2017 el gasto militar se redujo un 20% por primera vez en las últimas dos décadas. Andréi Ilnitski, asesor del Ministerio de Defensa afirmó a la emisora Vesti FM que “el 70% del presupuesto se destina al desarrollo y la compra de armamento." Rusia tiene un presupuesto mucho menor al de Estados Unidos en gran medida porque la política exterior rusa es visiblemente menos agresiva que la de los norteamericanos, ya que; por ejemplo, el país euroasiático cuenta con tan solo 21 bases militares en diez países, en estas se encuentran divisiones de infantería motorizadas en Armenia y Tayikistán, bases de radares en Bielorrusia y Kazajistán, bases aéreas en Kirguistán, Siria y Armenia, y puertos marítimos en Vietnam y Siria. Frente a estos datos el director del Centro de Estudios Militares y Políticos Alexéi Podberiozkin, afirmó para Sputnik que "Solo una persona que se ha despedido de la percepción racional de la realidad puede comparar la presencia militar de Rusia y EEUU en el mundo. Son números incomparables. No necesitamos tantas bases militares como las que tiene Estados Unidos, dado que el concepto [militar] de Rusia excluye la persecución de una influencia global. Eso se debe a que la estrategia militar-técnica está determinada por tareas políticas.”
Las posturas injerencistas del gobierno norteamericano no son nada nuevo, lo hicieron en Irak, dos años después del atentado de las torres gemelas (2001), con el objetivo de salvar la región y "liberar de la opresión al pueblo iraquí de Sadam Husein" y de sus armas químicas, afirmando muchas veces que este promovía el terrorismo. En dicho país realizaron una intervención militar con cerca de ciento cuarenta mil soldados que duró del 2003 al 2011 dejando como resultado una guerra civil, a Husein muerto, un número de atentados siete veces mayor tan solo en los tres primeros años de la invasión estadounidense y la aparición del Estado Islámico con la suficiente fuerza para extenderse a otros países del medio oriente. Fue tan desastrosa esta operación militar e injerencista que según un informe presentado por el inspector especial para la reconstrucción de Irak, Stuart Bowen en el año 2012 ante el Congreso de Estados Unidos “los sesenta mil millones gastados durante la ocupación norteamericana, no condujeron a cambios positivos considerables en ese país. El dinero se fue como el agua en la arena" así lo resalta en un artículo Telesur.
Libia es otro claro ejemplo de lo fallido de la intervención y de la “buena voluntad” de los norteamericanos y sus aliados de la OTAN contra el terrorismo, el totalitarismo, las dictaduras o en pro de la democracia. Pero, ¿Por qué querían “salvar” a los libios de Gadafi? si según diversas fuentes Libia era el país con el nivel de vida más alto de África, llegando a superar el de países como Rusia, Brasil y Arabia Saudita. Así era Libia antes de la invasión de la OTAN:
Lo que comenzó en febrero de 2011 como una revuelta que se registró en Bengasi, una zona habitada mayoritariamente por opositores que exigían mejores condiciones de vida, conllevó a que varios funcionarios de alto rango del gobierno de Gadafi desconocieran su autoridad y formaran un gobierno paralelo que sería llamado el Consejo Nacional de Transición (CNT). En marzo de 2011 Gadafi ordena a sus fuerzas militares avanzar en el control de un enclave petrolero de Brega, que estaba bajo el dominio de los opositores, acción que se repitió el día 8 de dicho mes, pero esta vez en el enclave petrolero de Ras Lanuf (norte). En ese mismo mes la Corte Penal Internacional pidió investigar al líder libio por supuestos crímenes de lesa humanidad. La situación empeoraba y el 19 de marzo de 2011 Estados Unidos con Barack Obama como presidente, Francia y Gran Bretaña, iniciaron una operación militar avalada por la ONU para crear una zona de exclusión aérea y “proteger” a los civiles libios. En solo un día de bombardeos la intervención dejó 60 muertos. Durante el primer y segundo día, Estados Unidos lanzó sobre Libia 110 misiles Tomahawk los cuales dejaron un saldo de 200 personas muertas y heridas.
La oleada de violencia y muertes no cesaban, los gobiernos occidentales enviaban armas a los rebeldes. El 16 de mayo, la Corte Penal Internacional solicita una orden de arresto contra Gadafi por supuestos crímenes de lesa humanidad. El 13 de junio, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, exigió a los países miembros de la Unión Africana que no respaldaran al gobierno de Libia y reconocieran al Consejo Nacional de Transición como gobierno Legítimo. Luego de innumerables episodios de violencia, bombardeos indiscriminados por parte de las fuerzas de la OTAN, muertes y desplazamientos, el 20 de octubre de 2011 después de ser herido en un ataque a su convoy de carros, Gadafi fue linchado por rebeldes del Consejo Nacional de Transición.
Pero la guerra y la desintegración del país no paró con su muerte, Libia quedó sumida en la inestabilidad,la miseria, el desplazamiento y la violación constante a los Derechos Humanos de sus ciudadanos. La “democracia” impuesta a sangre y fuego no tuvo mayor efecto en el pueblo libio pues en el 2015 solo el 18,52% de la población habilitada participó en las elecciones. ¿Qué pasó con Libia después de la intervención de la OTAN y de la muerte de Muamar Gadafi? Datos claves en la infografía.
De esta manera podríamos referirnos a otros ejemplos claros de hace algunos años sobre las políticas exteriores e injerencistas de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en diversas partes del mundo. Pero era un repaso rápido al pasado para que sea un referente de la situación internacional actual.
Siria, otro gobierno al que a Estados Unidos no le parece democrático y quien ha expresado varias veces su desacuerdo con el presidente Bashar Al Assad e incluso Trump y sus aliados de siempre, Francia y el Reino Unido en una ocasión lanzaron alrededor de cien misiles contra dicho país argumentando que es una respuesta a un presunto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio contra la población de Duma ¿Les parece conocida esta justificación? Si, suena exactamente igual a lo que afirmaron sobre Husein en Irak. Trump declaró: "Misión, cumplida, fue un ataque perfectamente ejecutado, muy orgulloso de nuestras grandiosas fuerzas armadas" Por su parte la primera ministra británica Theresa May señaló lo siguiente: "Pienso que es justo que la comunidad internacional haya actuado unida y haya dicho que no aceptaremos esto" como cita la BBC. El presidente francés Emmanuel Macron ha declarado en una entrevista a la cadena BFM TV, a la emisora RMC y al portal Mediapart “tenemos completa legitimidad internacional para actuar en este marco." Sin embargo, es necesario aclarar que este ataque por parte de dichos países se llevó a cabo el día en que la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) tenía planeado empezar su investigación en el lugar de los hechos. Además, no se puede ignorar que el supuesto ataque con armas químicas a civiles de Duma, se dio a conocer a través de un reportaje de los cuestionados Cascos Blancos. "Tenemos información de que los Cascos Blancos iban a tener un papel principal en los montajes planeados" afirmó la portavoz del ministerio de relaciones exteriores de Rusia, María Zajárova. Es de conocimiento internacional que esta ONG crea los polémicos escenarios y luego graba las situaciones previamente planeadas usando a la población, como pueden observar en el siguiente video.
Fue un ataque condenado por Putin afirmando que Siria es "un Estado soberano que está en primera línea de combate contra el terrorismo" y su ministro de relaciones exteriores Serguéi Lavrov declaró sobre el anterior video y sobre una posible intervención del menor sirio Hasán Diabque en el Consejo de Seguridad de la ONU "Eso sería muy útil, y, por supuesto, nosotros apoyaríamos esa iniciativa (…) nuestros colegas occidentales recurren con frecuencia a esos testimonios desde el 'lugar de los hechos' y los incluyen en la agenda del Consejo de Seguridad (…) cuando existen testigos de algún suceso que se discute" cita Sputnik en un artículo. Recordemos que Rusia, por pedido del gobierno sirio, colabora en la lucha contra el Estado Islámico a través del apoyo de su fuerza aérea y es justamente en esta área en la que por motivos de seguridad debe cooperar y estar en constante comunicación con el país norteamericano para evitar accidentes.
La situación en esta región del mundo y los movimientos militares de Estados Unidos en Siria como en los demás países son un ejemplo claro de su intención de expandir su posición estratégica en el medio oriente.
Otro punto neurálgico actual es Venezuela, país el cual incluso desde la época de Hugo Chávez no mantenía buenas relaciones con el gobierno estadounidense, ¡sí! por esos años de la bonanza petrolera en el que el precio del barril alcanzó los “US$103 periodo de tiempo (1999 - 2014) en que el país suramericano recibió US$960.589 millones. Un promedio de US$56.500 millones anuales durante 17 años" explicó Carlos Miguel Álvarez, economista de la consultora Ecoanalítica, en conversación con BBC Mundo.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países no han mejorado y desde el ascenso de Nicolás Maduro a la presidencia del país Bolivariano, la política injerencista de Estados Unidos ha sido más agresiva, llegando a tomar medidas las cuales más que afectar al gobierno venezolano o al presidente, afectan directamente a los ciudadanos. Más allá de la baja en los precios del petróleo, se encuentran los bloqueos económicos y las sanciones impuestas por varios países que en palabras de la columnista de Telesur Ángela Guerra en el año 2017 confirma que “El bloqueo económico recién decretado por Trump puede calificarse de crimen de lesa humanidad. Afectará sensiblemente la compra de alimentos y medicinas lo que hará mayor daño al pueblo venezolano, que ya padece los efectos de una prolongada guerra económica.” Otra dificultad que ahonda aún más los problemas de dicho país, es la imposibilidad de comercializar en el exterior a través del código SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) una clave bancaria para la realización de transferencias internacionales y de la cual Estados Unidos es promotor y quien tiene la potestad exclusiva de bloquear transacciones. Por ende “Debido al inhumano cerco, avalado por la oposición nacional, la tercera semana de noviembre fueron devueltas 23 operaciones en el sistema financiero internacional en 39 millones de dólares para alimentos, insumos básicos y medicamentos”, aseguró el presidente de la Comisión del Poder Público de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Pedro Carreño, como cita HispanTV su artículo Bloqueo de EEUU impide a Venezuela compra de alimentos y medicinas
La situación cada vez se hace más insostenible para Venezuela, la estabilidad social y política está en el ojo del huracán pues la división de la ciudadanía entre el oficialismo y la oposición ha dado paso para que entren en el juego, con apoyo de Washington, los gobiernos de la región; específicamente aquellos que componen el Grupo de Lima que citando al analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein en su artículo de opinión en Sputnik “El artículo 9 de la Declaración de Lima del 4 de enero nos lleva a la terrible realidad y a la brutal constatación de que el derecho internacional americano ha caído en manos de una tropa de ignorantes que no temen hacer alarde de su mediocridad para emitir opiniones políticas, arropadas en su carácter de presidentes y tratando de darle un manto jurídico a prácticas intervencionistas y belicistas.”
La magnitud del apoyo de los presidentes de tantos países a un golpe de Estado, como ya lo vimos con el respaldo al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, puede ser un acto que profundice las diferencias entre los ciudadanos y que conlleve a la toma del poder a sangre y fuego, a una guerra civil. Quizás esta parte del análisis de la actualidad venezolana le parezca que ya la leyó antes y es porque tiene similitud con los ejemplos tratados anteriormente en Irak y Libia.
En este caso Estados Unidos más que brindar un apoyo diplomático a la oposición, también los ha ayudado a financiarse. Según un informe revelado por Wikileaks a través de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI) de la Usaid se entregaron 15 millones de dólares a trescientas organizaciones civiles bajo argumentos humanitarios y educativos que claramente no eran ciertos. En el portal web intereconomia.com afirman en el artículo ¿Quién financia a la oposición de Maduro en Venezuela? que para el psicólogo francés Romain Migus el financiamiento estadounidense “no solo no es nuevo, también opera mediante una especie de triangulación con fundaciones y organizaciones no gubernamentales creadas por agencias oficiales estadounidenses que han dado paso a otras formas de recaudación.”
La situación en el país del sur es un asunto de gran trascendencia internacional y sobre la cual uno de los aliados del país en cuestión se ha pronunciado con absoluta firmeza y completo respaldo, siendo el mismo Presidente de Rusia Vladimir Putin quien en una reunión bilateral en Moscú en diciembre del año pasado con Nicolás Maduro, afirmó que “condenamos cualquier acción que sea claramente de naturaleza terrorista, cualquier intento de cambiar la situación con la ayuda de la fuerza” y pocos días después de la autoproclamación de Guaidó, el Kremlin emitió un comunicado afirmando que en una conversación telefónica con Maduro, el líder ruso condenó la intervención foránea, destacó que esta viola las normas del derecho internacional y que la solución está en un diálogo pacífico.
En concordancia con las palabras del mandatario se suman declaraciones oficiales de su departamento de relaciones exteriores diciendo que “una intervención militar de Estados Unidos sería un escenario catastrófico” respondiendo a las palabras del Asesor de Seguridad Nacional del país norteamericano, John Bolton quien ha afirmado en varias ocasiones que “todas las opciones” están sobre la mesa. No cabe el más mínimo cuestionamiento a las respuestas de los delegados rusos pues es claro que el mundo no quiere un nuevo campo de batalla como Irak, Libia o Afganistán, países en los cuales Estados Unidos intervino militarmente, cambió los gobiernos a la fuerza y sobre los cuales ya se conocen los resultados.
El portavoz del Ministerio de relaciones exteriores chino Geng Shuang también precisó que “Nos oponemos a las sanciones unilaterales. La historia ha demostrado que la intervención o la imposición de las sanciones sólo ha complicado la situación y no pudo resolver el problema.”
Más allá de las debilidades del gobierno de Nicolás Maduro, de sus salidas en falso y de los innumerables casos de corrupción, que no son exclusivos de Venezuela sino que se han extendido por toda latinoamérica, no podemos olvidar que estos últimos son ignorados intencionalmente por los jefes de estado de dichos países que se creen impolutos y con autoridad para exigir entre otras cosas justicia, democracia y condiciones de vida digna para los ciudadanos venezolanos, mientras en sus países cientos de niños y niñas mueren de hambre o cientos de líderes sociales son asesinados cada año, con al silencio cómplice de los ilustres mandatarios. Tampoco olvidemos que la agresiva política exterior de Estados Unidos no es la que va a traer la paz a todos los rincones del planeta, no es la que va a democratizar las naciones, no es la que va a dar de comer a los pueblos, no es la que va a devolver el poder al pueblo si éste así lo decide, la historia nos muestra una realidad muy diferente, los resultados de sus acciones intervencionistas están enmarcados en estados fallidos, guerras civiles, saqueos, desintegración de las naciones, en la pérdida absoluta de su soberanía y en la debacle para toda la región.
Por Julieth Pacheco.
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