La evolución del emprendimiento en medios digitales.
Por: Sebastian Alberto Solano
Si usted también cree que las ganas solo bastan para ser emprendedor, es posible que también le hayan mentido.
Seguramente usted ha escuchado recientemente que el emprendimiento es la forma de crear su propia empresa y ser exitoso con el simple hecho de contar con las ganas, y ¡voila! Te has hecho un emprendedor. Este es justamente el ideal que pretendo destruir teniendo en cuenta los aspectos reales que implica emprender en contextos prácticos.
Solo basta observar el diccionario de la Real Academia Española para comprobarlo, pues no es claro el concepto “emprendimiento” que para tal fuente se define como la acción de iniciar cualquier acción.
La palabra “emprendimiento” provienen del latín “in prendere” con la cual se reconocía a los aventureros y militares en el siglo XVIII, de acuerdo a que reflejaba la acción de una labor ardua que hiciese especial el papel de quien la ejecutara, más adelante, el francés se encargaría de adaptar el término a “Entrepreneur” por el economista francés Jean BaptisteSay en 1732 quien lo define como “aquella persona que administra y lidera una entidad, en la que el papel principal es ser intermediario entre el capital y el trabajo.” (Citado en Vásquez, 2015)
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante establecer la primera claridad sobre el emprendimiento donde reconocemos que no es una actividad fácil, puesto que cada vez que emprendemos estamos expuestos a altas probabilidades de fracaso, y en una concepción facilista del emprendimiento, la frustración será la primera opción. Sin embargo, tampoco se debe establecer una barrera para emprender, pues tampoco necesitamos ser el gran Lobo de Wall Street, tan solo necesitamos contar con las herramientas que las tecnologías de la información y la comunicación ponen en nuestras manos. Cada día observamos que el éxito de un emprendimiento ya no depende de cuanta inversión de capital tiene ni de quienes son sus socios; ahora depende de que tan viral y aclamado es en las redes sociales, un nuevo mercado de consumo inclusive mayor al mercado tradicional donde la transacción de consumo se daba en una sola dirección.
Hoy en día observamos que un emprendimiento puede ser reconocido como la cuenta de Instagram en la que alguien vende manillas personalizadas, como una gran compañía que ofrece bienes y servicios a una mayor magnitud. Efectivamente, ambos son emprendimientos, pues se enfrentan al gran reto del mercado que es satisfacer las necesidades del consumidor.
Es en este punto donde se establece una segunda claridad: pues las dinámicas y sus elementos han cambiado. Hoy en día la valorización de las interacciones digitales en las redes sociales y portales web superan la capacidad de alcance de las tradicionales técnicas del marketing comercial. Lo irónico de esta situación es que quienes están detrás de estos fenómenos de la economía digital no son grandes expertos de las finanzas, son jóvenes como tú y yo, que comprenden las dinámicas que se deliberan en la red y que las tomamos a favor de la difusión de una idea o propuesta en función de satisfacer las necesidades de otro ciber usuario.
Por esta razón para emprender no basta con una charla motivacional, no podemos perder más tiempo y dinero creyendo en la utopía del emprendimiento, es necesario comenzar a tomar acciones a partir de nuestra inmersión autónoma en la tecnología en la era de la información, en una sociedad red cada vez más amplia y digitalmente organizada.
Hablemos desde el ejemplo:
Recientemente tuve un emprendimiento, mejor conocido como los 'Meme Books': los cuadernos más virales y más buscados del año por los colombianos. En tan solo un mes, las ventas alcanzaron el tope de 1.200 cuadernos vendidos en todo el país, y ¿cómo lo hice?, pues la estrategia del emprendimiento fue 100% digital, para lo que hay que tener en cuenta, que los costos operativos se reducen y la publicidad se extiende de forma natural.
En la actualidad, hago parte de la creación de cuatro emprendimientos en desarrollo: Meme Books, Vitraeco, Tejiendo País Colombia (emprendimiento social) y FRATCO, de los cuales muy pronto tendremos la oportunidad de hablar un poco más.
En este primer artículo en el que hablamos sobre emprendimiento y TIC, abro paso a todo un proceso en el cual empezaremos innovar con el fin de construir acciones concretas orientadas al éxito. Los invito a que juntos construyamos esta red de emprendimiento colaborativo.
Sebastián Alberto Solano.
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